El activo corriente, también conocido como activo circulante, es la parte del balance que agrupa todos los recursos de la empresa que se esperan convertir en efectivo, vender o consumir en el corto plazo, generalmente dentro de los 12 meses siguientes al cierre del ejercicio o dentro del ciclo normal de explotación si este es superior a un año.

En términos sencillos: es el dinero y los elementos que “circulan” rápidamente en la empresa para financiar su actividad diaria. Son los activos más líquidos y los que permiten pagar facturas, salarios y deudas a corto plazo.
Según el Plan General de Contabilidad (PGC) y las NIIF, un activo es corriente cuando:
- Se espera realizarlo (convertirlo en dinero) o venderlo/consumirlo en el ciclo operativo normal.
- Se mantiene principalmente para negociar.
- Es efectivo o equivalente de efectivo.
- No hay restricciones para intercambiarlo o usarlo en pagos dentro de los 12 meses.
¿Por qué es tan importante el activo corriente?
El activo corriente mide la liquidez de la empresa, que es su capacidad para hacer frente a las obligaciones inmediatas sin problemas.
Un nivel adecuado de activo corriente es señal de salud financiera a corto plazo, algo que valoran positivamente departamentos de dirección, inversores y entidades financieras.
Los analistas utilizan indicadores clave como:
- Ratio corriente = Activo corriente / Pasivo corriente (Un valor entre 1,5 y 2 suele considerarse saludable).
- Ratio rápido o prueba ácida = (Activo corriente – Existencias) / Pasivo corriente (Mide la liquidez sin depender de la venta de inventarios).
Composición del activo corriente
Según el PGC, el activo corriente se divide en las siguientes partidas principales:
| Categoría | Descripción | Ejemplos concretos |
|---|---|---|
| Efectivo y equivalentes de efectivo | Dinero inmediatamente disponible o con altísima liquidez | Caja, saldos en cuentas bancarias corrientes, depósitos a la vista |
| Inversiones financieras a corto plazo | Inversiones temporales de excedentes de tesorería que se convertirán pronto en dinero | Depósitos a plazo fijo ≤ 12 meses, letras del Tesoro, acciones compradas para vender rápidamente |
| Deudores comerciales y otras cuentas a cobrar | Derechos de cobro a corto plazo | Clientes (facturas pendientes de cobro), efectos comerciales a cobrar, devoluciones de impuestos |
| Existencias (inventarios) | Bienes destinados a la venta o al consumo en el proceso productivo | Mercaderías, materias primas, productos en curso, productos terminados |
| Activos por periodificaciones a corto plazo | Gastos pagados por adelantado cuyo beneficio se consume en ≤ 12 meses | Seguros pagados por anticipado, alquileres anticipados, intereses pagados por adelantado |
Ejemplos prácticos de activo corriente en diferentes tipos de empresas
Ejemplo 1: Una tienda de ropa
- Efectivo en caja y banco: 8.000 €
- Mercancía en tienda y almacén (existencias): 45.000 €
- Facturas pendientes de clientes que compran con tarjeta o a crédito: 12.000 €
- Depósito bancario a 3 meses: 10.000 €
- Seguro del local pagado por adelantado (para los próximos 10 meses): 2.000 €
Total activo corriente ≈ 77.000 €
Ejemplo 2: Una fábrica de muebles
- Materias primas (madera, barnices): 30.000 €
- Productos en curso de fabricación: 15.000 €
- Productos terminados listos para entregar: 25.000 €
- Clientes por entregas ya facturadas: 40.000 €
- Saldo bancario: 18.000 €

Ejemplo 3: Una empresa de servicios (consultoría)
Aquí el activo corriente suele ser más ligero:
- Saldo en cuentas bancarias: 25.000 €
- Facturas emitidas a clientes pendientes de cobro: 55.000 €
- Anticipo de alquiler de oficina: 3.000 €
Gestión del activo corriente y cómo optimizarlo
Una buena gestión del activo corriente es vital para evitar problemas de liquidez aunque la empresa sea rentable.
Aspectos clave a controlar:
- Plazo medio de cobro: Reducir los días que tardan los clientes en pagar (políticas de crédito más estrictas, descuentos por pronto pago).
- Rotación de existencias: Mantener el nivel óptimo de inventario (ni exceso que inmovilice dinero ni falta que pierda ventas).
- Gestión de tesorería: Invertir excedentes en productos de alta liquidez y bajo riesgo.
- Fondo de maniobra (o capital circulante) = Activo corriente – Pasivo corriente
- Positivo → holgura financiera.
- Negativo → riesgo de tensiones de liquidez.
Ejemplo de problema común: Una empresa crece rápidamente en ventas, pero concede plazos de cobro muy largos. Aunque es rentable en papel, puede quedarse sin dinero para pagar a proveedores → iliquidez.