Amortización contable y fiscal | ¿Qué son? ¿Por qué se usan? ¿Que diferencias tienen?

La amortización juega un papel fundamental en la contabilidad de la empresa, aquí te explicamos todo sobre la amortización, para que puedas entender su concepto y así poder aplicarlo mejor cuando realices los asientos contables.

Amortización en contabilidad, qué es, definición, por qué se utiliza, ejemplo

¿Qué es una amortización?

Imagínate que compras un coche para tu empresa. Este coche, con el tiempo y uso, va perdiendo valor, ¿cierto? Bueno, en contabilidad, este proceso de desgaste o pérdida de valor se conoce como «amortización».

La amortización es, entonces, la manera de reflejar en los libros contables esta pérdida de valor de los bienes que una empresa posee a lo largo del tiempo. Se aplica a activos fijos como edificios, vehículos, equipos de oficina, maquinaria y también a intangibles como patentes o licencias.

¿Por qué se hace?

La amortización es esencial por dos razones principales, la primera es que nos ayuda a entender cuánto de un activo aún queda, es decir, después de un año de uso, ¿cuánto valor queda en ese coche que mencionamos antes? Este valor restante nos ayuda a tomar decisiones importantes, como cuándo deberíamos reemplazarlo.

La segunda razón es para reflejar de manera precisa los gastos de la empresa, aunque el desembolso por el coche se realizó en un solo pago al inicio, el costo del coche se «consume» a lo largo de su vida útil. Al registrar una porción de este coste cada año, los informes financieros de la empresa muestran un retrato más preciso de sus gastos reales.

Es muy importante conocer la amortización de cada activo que realicemos, ya que si realizamos la venta del activo, debemos de hacer los asientos contables de la venta del inmovilizado y deriva en un beneficio o perdida para nuestra empresa.

¿Cuanto debemos amortizar cada año en cada activo?

Debemos de amortizar, según el Plan General de Contabilidad, los gastos de la depreciación activa del bien según el uso, funcionamiento disfrute y obsolescencia del bien.

Básicamente lo que dice que se amortizará estimando la vida útil real del bien, por ejemplo, una furgoneta de transporte, se podría amortizar en 10 años, ya que se estima que a partir de ese año el bien dejará de funcionar por uso o se cambiará por otra que lleve otro motor que consuma menos.

También la normativa fiscal establece máximos para imputar como gastos fiscalmente deducibles las amortizaciones, por lo que podemos diferenciar entre amortización contable y amortización fiscal, conceptos que pueden tener el mismo valor o no, en el siguiente punto tienes todos los detalles.

Diferencia entre amortización contable y amortización fiscal

El primer punto es conocer a la perfección la diferencia entre amortización contable y amortización fiscal, ya que hay una normativa que explica como se deben tratar las amortizaciones en ambos ámbitos.

  • Amortización contable: Es el gasto contable que usamos para depreciar el activo, este gasto lo podemos calcular estimando su vida útil, por ejemplo, compramos una furgoneta y estimamos va a tener una vida útil de 10 años que creemos que va a durar o de 3 años porque vamos a abrir otra nave y necesitaremos cambiarla por una más grande, ese gasto distribuido cada año por su vida útil aparecerá en la cuenta de pérdidas y ganancias al final del año, reduciendo el porcentaje a pagar el impuesto de sociedades.
  • Amortización fiscal: Es el gasto máximo que podemos usar para la amortización contable de un activo, es decir, que aunque estimemos nosotros su vida útil, no podemos contabilizar «todo el gasto» e incluirlo en perdidas y ganancias, ya que hay normativas fiscales que fijan un máximo, mira las tablas con la amortización fiscal máxima por año.

Para que lo entiendas, tenemos una furgoneta que compramos por 30.000 euros y la vamos a amortizar en 3 años ya que cambiaremos al abrir una nueva nave y necesitaremos una furgoneta más grande.

Al ser su vida útil 3 años, debemos de amortizar 10.000 euros cada año, este valor de depreciación irá a una cuenta de gasto en contabilidad, pero fiscalmente no podemos incluir los 10.000 euros como gasto, ya que el máximo que permite la ley fiscal son 1.000 euros por año.

Para entenderlo perfectamente, a final del primer año tenemos un beneficio de 10.000 euros, si contabilizamos un gasto de 10.000 euros (vida útil estimada por nosotros), el beneficio sería 0, no teniendo que pagar impuesto de sociedades, pero la Agencia Tributaria no quiere eso, por lo que hay máximos para las amortizaciones, así que deberás contabilizar como gasto fiscalmente deducible 1.000 euros (el máximo que dice la ley), así obtendrás un beneficio de 9.000 euros y deberás pagar tu porcentaje de impuesto como te corresponde.

¿Quiere decir que el resto de gasto de amortización no lo puedo deducir fiscalmente? Si que puedes, pero deberá ser en año posteriores y siempre un máximo de 1.000 euros por año.

Es un ejemplo muy básico, pero creo que sirve para entender a la perfección como funcionan las amortizaciones.

Ejemplo de una Amortización

Ahora, veamos un ejemplo práctico. Supongamos que compras un coche para tu empresa por 20.000€. Esperas que el coche tenga una vida útil de 10 años, después de los cuales estimas que su valor será de 2.000€.

Según el Plan General Contable de España, calcularías la amortización anual restándole al precio inicial el valor residual (20.000€ – 2.000€ = 18.000€) y dividiendo ese resultado por la vida útil del coche (18.000€ / 10 años = 1.800€ por año).

ejemplo de una amortización en contabilidad

Entonces, cada año, registrarías 1.800€ como gasto de amortización para ese coche en tu contabilidad. Este método de cálculo de amortización se conoce como método lineal, que es el más utilizado según el Plan General Contable.