Piensa en el asiento contable como un registro en un diario de todas las transacciones financieras que ocurren en tu empresa. Cada vez que tu negocio gasta dinero, recibe dinero, adquiere un préstamo, paga una deuda, etc., se debe registrar un asiento contable en los libros de la empresa.
Un asiento contable consta de dos partes: el debe y el haber, o también conocido como el débito y el crédito.
Según el principio fundamental de la contabilidad, conocido como la ecuación contable, cada transacción afecta al menos dos cuentas contables, y los débitos deben ser siempre iguales a los créditos. Por lo tanto, todo asiento contable debe tener un equilibrio entre sus débitos y créditos para mantener esta ecuación balanceada.
¿Cuál es su finalidad?
El motivo de registrar asientos contables es para llevar un seguimiento detallado y preciso de todas las transacciones financieras de la empresa.
Este seguimiento permite a la empresa generar informes financieros, evaluar su rendimiento, tomar decisiones de negocio, y cumplir con las leyes fiscales y de contabilidad. Sin asientos contables, sería imposible conocer la situación financiera real de la empresa.
Ejemplo de un Asiento Contable
Supongamos que tu empresa compra una máquina por 5.000€ y la paga en efectivo. Este hecho genera un asiento contable en los libros de la empresa. Como pagaste en efectivo, disminuirá tu cuenta de efectivo (un activo), y como adquiriste una máquina, aumentará tu cuenta de maquinaria (también un activo). El asiento contable quedaría así:
- Débito (aumento) en Maquinaria: 5.000€
- Crédito (disminución) en Efectivo: 5.000€
Esto significa que has gastado 5.000€ de efectivo (reduciendo tus activos en efectivo) para aumentar tus activos de maquinaria en la misma cantidad. El total de tus activos no cambia, solo se ha redistribuido de una cuenta a otra, manteniendo equilibrada la ecuación contable.
