Un activo es un recurso que posee un valor económico y que es propiedad de una empresa o individuo. Los activos pueden ser tangibles, como edificios, maquinaria e inventario, o intangibles, como marcas registradas, patentes, software informático y derechos de autor.
En contabilidad, los activos son registrados en el balance de situación de una empresa que muestra un estado financiero sobre la situación financiera de una empresa en un momento dado. En el balance de situación, los activos se presentan en el lado izquierdo y son compensados por los pasivos y el patrimonio neto en el lado derecho.
Un ejemplo de cómo se aplica el concepto de activo en contabilidad es un edificio que una empresa ha comprado para alquilarlo. El edificio se registra como un activo en el balance de situación de la empresa, ya que tiene un valor económico y es propiedad de la empresa. A medida que la empresa reciba ingresos por alquilar el edificio, se registrará como ingresos en el estado de resultados de la empresa.
En resumen, los activos son recursos valiosos que son propiedad de una empresa o individuo, y en contabilidad, se registran en el balance de situación para mostrar la situación financiera de una empresa en un momento dado. Los activos pueden ser tangibles o intangibles y pueden generar ingresos para la empresa.
¿Como se calcula el activo de una empresa?
El activo de una empresa se calcula sumando todos los recursos que son propiedad de la empresa ya sean tangibles, como edificios, maquinaria, vehículos, equipos informáticos, etc., o intangibles, como software, derechos de autor, etc.
Para calcular el activo de una empresa, se realiza un registro detallado de todos los activos que posee, y se valoran según su valor histórico o valor razonable. El activo total se calcula sumando el valor de todos los activos registrados.
La fórmula para calcular el activo es:
Activo = Pasivo + Patrimonio Neto
El total del activo se compone de:
Activo corriente + Activo no corriente
Donde:
- Activo corriente: son aquellos activos que se espera se convertirán en efectivo o se utilizarán en el plazo inferior a un año. Por ejemplo, efectivo, cuentas por cobrar, inventario, etc.
- Activo no corriente: son aquellos activos que no se espera se convertirán en efectivo o se utilizarán en el plazo de un año. Por ejemplo, edificios, maquinaria, terrenos, etc.
Es importante mencionar que el activo es una parte del balance de situación, y esta junto con los pasivos y el patrimonio neto, conforman el estado financiero de una empresa.
El activo y se depreciación
La depreciación es un proceso contable que se utiliza para registrar el desgaste o la pérdida de valor de un activo a lo largo del tiempo. El objetivo de la depreciación es reflejar el costo de un activo de manera gradual en lugar de registrarlo de golpe en el momento en que se adquiere.
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Hay varios métodos para calcular la depreciación, pero el más común es el método lineal, en el que se divide el costo total del activo entre su vida útil y se registra una cantidad igual de depreciación cada año. Por ejemplo, si un edificio cuesta 1.000.000 de euros y tiene una vida útil de 30 años, la depreciación anual sería de 33,333 euros.
En España existen tablas para calcular el tiempo máximo de depreciación de un activo dependiendo a la categoría que pertenezca, aunque generalmente es la empresa la que determina los años y el porcentaje anual destinado a la depreciación.
La depreciación es importante en contabilidad porque permite a las empresas reflejar la pérdida de valor de sus activos en sus estados financieros, lo que les permite tomar decisiones informadas sobre el uso de sus recursos. Además, al reflejar la depreciación de los activos en los estados financieros, se puede obtener una imagen más precisa de la situación financiera de la empresa.