El cierre contable es el proceso mediante el cual una empresa finaliza su actividad contable de un período determinado, usualmente un año fiscal en PYMES y algunas grandes empresas, un ciclo que una vez completado y realizado el cierre, no podemos volver a abrir.
Este proceso implica la revisión, ajuste y consolidación de todas las operaciones contables registradas en ese período, asegurando que los estados financieros reflejen de manera fidedigna la realidad económica de la empresa.
El cierre contable es crucial para la preparación de los informes financieros que serán presentados a directivos, accionistas, entidades reguladoras y otras personas o entidades.
¿Cuál es el propósito del cierre contable?
El propósito del cierre contable es doble:
- Proporciona una imagen clara y precisa del rendimiento financiero y la posición de la empresa al final del período, ofreciendo la imagen fiel de la actividad económica y financiera del a empresa del año.
- Establece la base para el comienzo del siguiente período contable. Esto incluye la confirmación de que todas las cuentas están cuadradas en el balance y que los ingresos y gastos están correctamente asignados a su período correspondiente.
Cómo se aplica en contabilidad
El cierre contable sigue varios pasos clave:
- Revisión de asientos contables: Verificar que todas las operaciones del período estén registradas correctamente, normalmente se puede comprobar con el diario mayor u otros informes que proporcione el software de contabilidad.
- Ajustes y rectificaciones: Realizar ajustes necesarios para reflejar con precisión los ingresos y gastos en el período correspondiente, ya sean cuentas de gastos mal introducidas, importes pendientes de contabilizar, errores en el cálculo de diferentes impuestos o pagos, etc.
- Cálculo y registro de amortizaciones y provisiones: Ajustar el valor de los activos y reconocer las obligaciones futuras según el Plan General de Contabilidad, ya que los activos es uno de los elementos más importantes que influyen en un cierre contable.
- Reconciliación de cuentas: Asegurar que todas las cuentas concilien, especialmente las bancarias y de clientes/proveedores. Es posible que tengamos que comprobar los saldos de las cuentas del grupo 4.
- Elaboración de los estados financieros: Preparar el balance de situación, la cuenta de pérdidas y ganancias, el estado de cambios en el patrimonio neto y el estado de flujos de efectivo.
- Cierre de cuentas de resultados: Trasladar el resultado del ejercicio (beneficio o pérdida) a las cuentas de patrimonio neto.
- Apertura del nuevo ejercicio contable: Iniciar el registro de operaciones del nuevo período.
Qué cuentas contables se usan en un cierre contable
En el PGC de España, se utilizan diversas cuentas en el proceso de cierre contable, dependiendo de las operaciones específicas:
- Cuentas de Amortización (681, 682, etc.): Para reflejar la depreciación de activos.
- Cuentas de Provisiones (129, 140, etc.): Para reconocer obligaciones futuras o posibles pérdidas.
- Cuentas de Resultados (600-799): Para cerrar ingresos y gastos.
- Cuenta 129 Resultado del Ejercicio: Está cuenta es la principal cuando se realiza el cierre, que sirve para reflejar el beneficio o pérdida del año.
Ejemplo
Supongamos una empresa con un beneficio antes de impuestos de 50.000 €.
Durante el cierre contable, se realiza un ajuste por amortización de activos de 5.000 € y se establece una provisión para riesgos y gastos de 3.000 €.
El beneficio ajustado sería de 42.000 € (50.000 € – 5.000 € – 3.000 €).
Este importe se traslada a la cuenta 129 y posteriormente al patrimonio neto.
Estás operaciones son las que debemos de realizar para realizar el cierre contable.
Preguntas
¿Es necesario realizar el cierre contable cada año?
Sí, es un requisito legal y práctico para asegurar la precisión de la información financiera y la correcta apertura del siguiente ejercicio.
¿Puede una empresa cambiar la fecha de su cierre contable?
Sí, aunque es un proceso que requiere justificación y, en algunos casos, aprobación por parte de las autoridades reguladoras.
