¿Qué es un Activo en Contabilidad? – Definición, tipos y clasificación

En contabilidad, el activo es uno de los elementos fundamentales del patrimonio de una empresa, ya que representa todos los bienes, derechos y recursos económicos que la empresa controla y de los que espera obtener beneficios económicos futuros, es en definitiva, todo lo que la empresa “tiene” o “controla” y que le genera valor.

un edificio que es el activo de una empresa según su contabilidad

Tanto el Plan General de Contabilidad (PGC) español como las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) definen el activo de forma prácticamente idéntica:

“Un activo es un recurso controlado por la entidad como resultado de sucesos pasados, del que la entidad espera obtener beneficios económicos futuros.”

Esta definición es mucho más precisa de lo que parece a simple vista y establece tres requisitos imprescindibles para que algo se considere activo contable.

Las 3 características esenciales de un activo

Para que un recurso se registre como activo en los libros contables debe cumplir simultáneamente estos tres criterios:

  • Control económico por parte de la empresa: No es necesario ser propietario legal del activo, basta con que la empresa controle los beneficios que genera el recurso.
    Ejemplo: Un vehículo adquirido mediante leasing financiero (arrendamiento financiero) se registra como activo de la empresa aunque el propietario legal sea la entidad financiera, porque la empresa controla su uso y obtiene los beneficios económicos.
  • Proviene de un suceso pasado: El activo debe haber sido adquirido o generado por una transacción o evento ya ocurrido (compra, fabricación propia, aportación de socios, contrato, etc.).
  • Se esperan beneficios económicos futuros: El recurso debe ser capaz de generar ingresos, reducir gastos o aportar valor de alguna forma.
    Ejemplo: Una patente permite cobrar royalties o impedir que la competencia copie un producto; por eso genera beneficios futuros.
A tener en cuenta
No todos los recursos con valor económico son activos contables. Por ejemplo, un equipo humano excelente o una buena reputación no se registran como activos porque la empresa no los controla de forma separable ni cumplen estrictamente los criterios anteriores.

Principio de primacía de la realidad económica

La contabilidad prioriza la sustancia económica sobre la forma jurídica, por eso es importante saber que:

  • Un bien alquilado mediante leasing financiero se trata como activo propio.
  • Un bien vendido con pacto de recompra puede seguir considerándose activo de la empresa si realmente no ha perdido el control.

Clasificación principal: Activo Corriente vs Activo No Corriente

La clasificación más importante y la que aparece en todos los balances es la que separa los activos según el plazo esperado de realización (conversión en efectivo o consumo).

CaracterísticaActivo Corriente (Circulante)Activo No Corriente (Inmovilizado o Fijo)
Plazo de realización≤ 12 meses o dentro del ciclo normal de explotación> 12 meses
FinalidadFinanciar la operativa diaria y pagar deudas a corto plazoMantenerse en la empresa a largo plazo para generar ingresos
LiquidezAlta (fácil conversión en dinero)Baja (difícil o costoso convertir en dinero rápidamente)
Ejemplos típicosEfectivo, clientes, existencias, inversiones temporalesTerrenos, edificios, maquinaria, patentes, inversiones permanentes
diferencia entre activo corriente y no corriente

Esta distinción es clave para analizar la liquidez (capacidad de pago a corto plazo) y la solvencia (solidez a largo plazo) de la empresa.

Además del plazo, los activos se clasifican según su naturaleza:

1. Según su tangibilidad

  • Activos tangibles: Tienen forma física y se pueden tocar como terrenos, edificios, maquinaria, vehículos, existencias.
  • Activos intangibles: No tienen forma física pero tienen valor económico y son identificables, como patentes, marcas, software adquirido, fondo de comercio, concesiones administrativas.
    • Nota: Para reconocer un intangible debe ser separable (poder venderse por separado) o surgir de derechos legales/contractuales.

2. Según su naturaleza financiera

  • Activos financieros: Representan dinero o derechos a recibir dinero u otro activo financiero, como efectivo, cuentas por cobrar, préstamos concedidos, inversiones en acciones o bonos, derivados financieros.

3. Según su depreciabilidad

  • Activos depreciables: Pierden valor por uso, paso del tiempo u obsolescencia (maquinaria, vehículos, intangibles de vida limitada).
  • Activos no depreciables: Terrenos, obras de arte, activos con vida útil ilimitada.

4. Activos contingentes

Son beneficios posibles que dependen de eventos futuros inciertos (ejemplo: ganar una demanda judicial). Por el principio de prudencia, no se registran en el balance mientras no sean prácticamente seguros; solo se mencionan en la memoria.

Ejemplos prácticos de activos en empresas reales

Ejemplo 1: Una tienda de ropa

  • Corrientes: Dinero en caja y banco, mercancía en almacén, facturas pendientes de cobro a clientes, un depósito a 6 meses.
  • No corrientes: El local comercial (propiedad), los muebles y perchas, el software de gestión, la marca registrada.
ejemplo de activos en una tienda de ropa según la contabilidad

Ejemplo 2: Una empresa de software

  • Corrientes: Saldo bancario, facturas emitidas a clientes.
  • No corrientes: Ordenadores y servidores, derechos de autor del software desarrollado, patentes, fondo de comercio adquirido al comprar otra startup.

Ejemplo 3: Una fábrica industrial

  • Corrientes: Materias primas, productos en curso y terminados, cuentas por cobrar.
  • No corrientes: Terreno y nave industrial, líneas de producción, vehículos de reparto, licencias de fabricación.

¿Por qué es tan importante el correcto registro y clasificación de los activos?

  • Para los inversores y analistas:
    • Un alto activo corriente indica buena liquidez.
    • Un activo no corriente sólido muestra capacidad productiva a largo plazo.
    • Ratios clave: Ratio corriente (activo corriente / pasivo corriente), ROA (rentabilidad sobre activos), etc.
  • Para la dirección de la empresa: Permite planificar inversiones, controlar la depreciación, optimizar el capital circulante y tomar decisiones estratégicas.
  • Para acreedores y bancos: Evalúan la garantía real que representan los activos (especialmente los no corrientes) frente a posibles préstamos.
  • Cumplimiento normativo: Una incorrecta clasificación o valoración puede falsear los estados financieros y generar sanciones.

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¿Cómo se calcula el activo de una empresa?

El activo de una empresa se calcula sumando todos los recursos que son propiedad de la empresa ya sean tangibles, como edificios, maquinaria, vehículos, equipos informáticos, etc., o intangibles, como software, derechos de autor, etc.

Para calcular el activo de una empresa, se realiza un registro detallado de todos los activos que posee, y se valoran según su valor histórico o valor razonable. El activo total se calcula sumando el valor de todos los activos registrados.

La fórmula para calcular el activo es:

Activo = Pasivo + Patrimonio Neto

El total del activo se compone de:

Activo corriente + Activo no corriente

Es importante mencionar que el activo es una parte del balance de situación, y esta junto con los pasivos y el patrimonio neto, conforman el estado financiero de una empresa.

una imagen con activos corrientes según la contabilidad de la empresa

El activo y se depreciación

La depreciación es un proceso contable que se utiliza para registrar el desgaste o la pérdida de valor de un activo a lo largo del tiempo.

El objetivo de la depreciación es reflejar el costo de un activo de manera gradual en lugar de registrarlo de golpe en el momento en que se adquiere.

En España existen tablas de amortización fiscal para calcular el tiempo máximo de depreciación de un activo dependiendo a la categoría que pertenezca, aunque generalmente es la empresa la que determina los años y el porcentaje anual destinado a la depreciación.

La depreciación es importante en contabilidad porque permite a las empresas reflejar la pérdida de valor de sus activos en sus estados financieros, lo que les permite tomar decisiones informadas sobre el uso de sus recursos. Además, al reflejar la depreciación de los activos en los estados financieros, se puede obtener una imagen más precisa de la situación financiera de la empresa.